29 Nov SEAMOS FELICES Y ZEN CON EL YOGA
Creado en la India, en el tercer milenario antes de J-C., quizás mucho antes, el Yoga sigue estando de actualidad y abarcando cada vez más públicos y adeptos: alumnos desde las primeras clases infantiles, personas de la tercera edad, influencers de redes sociales, trabajadores de ambos sexos, managers estresados… Y es que a todas las edades y
condiciones, el yoga sienta bien.
Esta disciplina, de la que existen diferentes tipos (Hatha Yoga, Prenayama, Kundalini Yoga…) permite mantenerse saludable y en forma, tanto en el plano físico como psicológico. Esta práctica moviliza todas las partes del cuerpo y de la mente por medio de ejercicios progresivos, de estiramientos y de respiración consciente.
Siguiendo una simple pero constante rutina de unos 25 minutos, de ejercicios, se consiguen beneficios enormes: reducir el estrés y la ansiedad, llenarse de energía, facilitar un sueño realmente reparador, regular la presión arterial, aumentar la flexibilidad, lo cual alivia los problemas musculares y las contracturas, mejorar la concentración, conseguir un estado de paz y armonia frente a los problemas de la vida…..La lista es interminable.
En nuestras culuras occidentales, las personas hacen trabajar mucho la parte analítica de su cerebro , la que sirve a organizar, pero el Yoga hace trabajar la otra parte del cerebro, aquella que rige nuestra presencia al mundo y nuestras energías…siendo el objetivo de encontrar una forma personal de apaciguamiento mental y de bienestar.
Muchas empresas han incorporado con éxito actividades de Yoga en su programa de Bienestar Organizacional. Está comprobado que esta práctica estimula la concentración, la creatividad y la oxigenación de las células, es decir un shoot de energía que beneficia al trabajo y a la productividad, porque donde va la energía va la concentración y, por tanto, la posibilidad de conseguir sus objetivos sin apenas darse cuenta.
Por último, esta demostrado que racticar el Yoga con los compañeros, refuerza y fortalece los vínculos entre ellos. Compartir este momento de relax permite comunicar y escuchar mejor a los demás, a los proyectos de equipo. El ambiente de trabajo es más agradable, el dialogo más fluido y se hace más presente la disminución de conflictos y la búsqueda de consensos. En ese sentido el Yoga compartido es una gran ayuda para crear y a reforzar la cohesión de los equipos.
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