26 Mar RECONOCER SUS EMOCIONES PARA CONTROLARLAS: EL MIEDO
Tristeza, ansiedad, alegría, ira…Todas las emociones son necesarias y positivas, pero dentro de un equilibrio, ya sea en la vida personal como en la profesional. Todos sabemos que influyen poderosamente en la salud físico-mental.
Las emociones han sido durante mucho tiempo tabú y fuera de lugar en las empresas. Sin embargo las recientes investigaciones demuestran que las emociones, al igual que la intuición, contribuyen altamente a agilizar la toma de decisiones y la comunicación. Por tanto es evidente que los managers tienen todo que ganar en aprender a reconocer y a expresar lo que sienten. Esto les hará crecer como seres humanos y beneficiará a sus equipos. Además, abrirse a sus colaboradores puede incitarles a expresarse a su vez con sinceridad, abriendo de este modo un campo de intercambios abiertos y fluidos eminentemente positivos.
Más adelante hablaremos de las distintas emociones, en particular de la Tristeza, tanto personal como organizacional. Pero ahora, vamos a considerar una emoción que ha invadido el conjunto de la Sociedad en estos tiempos de pandemia: El Miedo.
El Miedo es una emoción extremadamente potente porque y tiene que ver con el instinto de supervivencia y es contagioso. Mal controlado, crea ansiedad, fobias y rigideces de comportamiento. El Miedo paraliza y hace que las personas no tengan la capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles.
“Una epidemia, decía A.Camus, borra la singularidad de la vida de cada hombre al llevar al extremo la conciencia que tiene de su propia vulnerabilidad y de su incapacidad para anticipar el futuro”. Todo sucede como si la muerte se hubiera trasladado a la puerta de al lado. Después de una epidemia, decía este autor, toda persona viva puede reclamar el título
de “superviviente.”
Una sociedad confinada o en cuarentena es una “sociedad cerrada”, en la que todos, excepto los trabajadores esenciales, ponen su vida en suspenso. Mientras las personas están aisladas en sus hogares y perseguidas por el miedo, el aburrimiento y la paranoia, una de las únicas actividades que persiste es la discusión sobre el virus y cómo podría transformar el mundo del mañana.
Pero existen soluciones adaptativas:
En primer lugar no estar continuamente conectado a los medios, escuchando:
- En primer lugar no estar continuamente conectado a los medios, escuchando Fake News y avalanchas de cifras que, por acumulación repetitiva, han dejado de tener sentido desde hace tiempo. Limitarse a escuchar las noticias una vez al día.
- Luego, verbalizar sus miedos. Confesarse a uno mismo su miedo, objetivarlo y transformarlo en reto: ¡Hazlo y si te da miedo, hazlo con miedo!
- Conservar un ritmo de vida estable y hacerse plannings estructurados que permitan mantener a raya el miedo al vacío.
- Mantener las relaciones profesionales y sociales, la intercomunicación utilizando los recursos de la tecnología. Hacer del teletrabajo una experiencia nueva y estimulante.
- Cuidarse y cuidar a las personas de su entorno: mantener una actividad, moverse y alimentarse bien. Planificar cada día momentos de relax y de placer.
No olvidar que el miedo disminuye las defensas inmunológicas. Para reducir el estrés, visualizar imágenes agradables que hagan sonreír y sentirse más ligero. La visualización es importante porque moviliza la riqueza de nuestra imaginación en los momentos de ansiedad y estrés. También ayudara una respiración lenta, profunda y pausada para calmar las tensiones y reducir la carga emocional.
Sorry, the comment form is closed at this time.