01 Jun La nueva normalidad
Hace más de un año que comenzó la pandemia de COVID-19, que obligó a millones de personas de todo el mundo a trabajar desde casa y creó una nueva normalidad que ha perturbado permanentemente el mundo del trabajo.
Muchos empleados han disfrutado de las ventajas de trabajar a distancia, como poder pasar más tiempo con sus familias y menos tiempo en los desplazamientos o preparándose para la jornada laboral. Sin embargo, los trabajadores han experimentado inconvenientes como las distracciones en casa, la falta de tiempo cara a cara con los compañeros, la disminución del equilibrio entre la vida laboral y personal y la tendencia a trabajar más horas. A medida que avanza la vacunación, las empresas empiezan a traer de vuelta a sus trabajadores. Sin embargo, muchas han optado por una medida intermedia; la implantación de un modelo híbrido, que permite al empleado trabajar desde diferentes espacios. Por ello, para saber más sobre cómo el futuro del trabajo estará marcado por un enfoque híbrido, WeWork se asoció con la empresa de investigación independiente Workplace Intelligence para realizar una encuesta a ciegas a 1.000 altos ejecutivos y 1.000 empleados no ejecutivos. La encuesta examinó las ventajas, desventajas y requisitos del modelo híbrido, sus implicaciones financieras, su relación con la estrategia inmobiliaria de la empresa y la percepción de los empleados y la dirección.
Los resultados revelaron que la mayoría de los trabajadores pretenden seguir trabajando desde casa al menos unos días a la semana, y las empresas tienen la intención de permitir este arreglo, dado que la productividad no ha disminuido con el trabajo remoto.
No obstante, las personas necesitan urgentemente espacios fuera de su casa para trabajar, y las empresas reconocen esta necesidad. Quizás lo más importante sea que ahora sabemos que cuando los colaboradores tienen la flexibilidad que desean, las empresas aprovechan la mayor productividad, participación y lealtad. El deseo de los colaboradores de tener mayor control, flexibilidad y libertad a la hora de decidir dónde y cuándo trabajan es la esencia del modelo híbrido. Es posible que haya sido necesaria una pandemia para comprobar que, al final de cuentas, darles a los trabajadores lo que quieren es realmente beneficioso, pero ahora que las empresas dieron el salto, el futuro del trabajo es brillante. Y el futuro, híbrido.
El enfoque híbrido está vinculado a mejores resultados en el espacio de trabajo Después de la pandemia, la mayoría de los colaboradores afirman que quieren trabajar desde casa con más frecuencia, pero los colaboradores más satisfechos y leales quieren pasar más tiempo en ubicaciones fuera de la sede central de su empresa (el 37%) y mucho menos tiempo en casa (el 27%) que sus pares menos comprometidos. Los trabajadores menos satisfechos y comprometidos quieren pasar el 17% del tiempo en otras ubicaciones y el 46% de su tiempo en casa. Para los empleadores, el mensaje es claro: los colaboradores que manifiestan altos niveles de sensaciones positivas en relación con el trabajo tuvieron acceso a arreglos híbridos durante algún tiempo. Pero después de la pandemia, el deseo de las personas de volcarse al modelo híbrido aumentará, y los empleadores que no ofrezcan esta opción se perderán la oportunidad de mejorar los índices empresariales clave. Por ejemplo, Gallup afirma que las empresas con un mayor nivel de participación reportan un 22% de mayor rentabilidad, un 21% de mayor productividad y hasta un 65% menos de sustitución de colaboradores.
El valor de la flexibilidad Uno de los hallazgos más sorprendentes a partir de la encuesta es que los colaboradores anhelan tanto la flexibilidad que hasta están dispuestos a ceder algunos de los beneficios más valiosos que les otorgan los empleadores. De hecho, el 75 % cedería al menos uno de los beneficios, incluida la cobertura médica, los premios en efectivo y el tiempo libre remunerado, a cambio de la libertad de elegir su entorno laboral. Una mirada más minuciosa de los datos revela que entre el 20 y el 25% de los colaboradores estaría dispuesto a sacrificar cada uno de los beneficios. Pero cuando se tiene en cuenta que más de 1 en 4 trabajadores renunciaría a los premios en efectivo o a los beneficios en materia de atención médica (beneficios muy reales y tangibles) a cambio de la libertad de elegir su entorno laboral, es evidente que estos hallazgos son, en verdad, asombrosos. Y destacan el inmenso valor que los colaboradores le dan al tener flexibilidad con respecto a cómo y dónde trabajar. El valor del espacio de oficina La esencia del modelo híbrido es permitir que los colaboradores combinen el trabajo desde casa con el trabajo desde una oficina u otra ubicación.
Los colaboradores que encuestamos citaron varios beneficios de trabajar en un espacio de oficina físico, como la capacidad de concentrarse y colaborar. De hecho, los encuestados destacaron varias formas en que la oficina permite las interacciones con colegas y clientes, un aspecto clave en nuestras vidas laborales cotidianas que muchos perdieron durante la pandemia. Lo más notable es que los colaboradores consideran que el espacio de oficina es tan valioso que casi dos tercios (el 64%) estarían dispuestos a pagar por él con dinero de sus propios bolsillos. Lo que no sorprende es que este porcentaje es mayor (el 80%) entre los colaboradores con los ingresos más altos (más de $200.000 por año). Sin embargo, incluso entre aquellos con menores ganancias (entre $30.000 y $60.000), el 49 % afirma que pagaría una parte de su dinero para acceder a un espacio de oficina. El futuro del trabajo es híbrido A medida que salimos de un año de cambios y desafíos sin precedentes, es claro que el trabajo, tal como lo conocemos, se ha transformado para siempre. Se demostró que el trabajo remoto es increíblemente satisfactorio; sin embargo, las oficinas y otras ubicaciones ofrecen beneficios que no se pueden imitar en un entorno doméstico. Es indudable que el enfoque híbrido será la dirección que tome la gran mayoría de las empresas, ya que ofrece la flexibilidad y la libertad que anhelan los trabajadores, a la vez que beneficia a las compañías. Ahora depende de las empresas allanar el camino y ofrecer los espacios, las herramientas y los recursos adecuados para contribuir al éxito de los colaboradores.
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